Tener una buena salud es esencial para llevar una vida plena y feliz. La presión arterial es un factor muy importante a tener en cuenta, ya que cuando se encuentra en niveles elevados puede causar graves problemas de salud, como enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, problemas renales y más.
¿Qué es la presión arterial?
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias al circular por nuestro cuerpo. Esta presión varía a lo largo del tiempo y depende de muchos factores, como la actividad física, el estrés, la dieta, el peso y la edad.
La presión arterial se mide con un instrumento llamado esfigmomanómetro o tensiómetro. Este aparato consta de un brazalete que se coloca en el brazo y se infla para comprimir la arteria braquial, seguido de una descompresión gradual mientras se escucha el sonido del flujo sanguíneo con un fonendoscopio.
¿Por qué los médicos usan en forma simultanea el fonendoscopio y el tensiómetro?. Conoce por qué se utilizan ambos instrumentos en la toma de la presión arterial.
¿Qué es la presión arterial sistólica?
La presión arterial sistólica es una medida de la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias cuando el corazón late y bombea la sangre al resto del cuerpo. Durante este proceso, la presión en las arterias aumenta y alcanza su valor máximo, lo que se conoce como presión arterial sistólica.
La presión arterial sistólica se representa por el número más alto en la medición y se considera un indicador importante de la salud cardiovascular. Un valor alto de la presión arterial sistólica indica que el corazón está trabajando más de lo necesario para bombear la sangre, lo que puede indicar una condición médica como hipertensión o enfermedad cardiovascular.
Es importante tener en cuenta que la presión arterial sistólica no debe ser considerada de manera aislada, sino en conjunto con la presión arterial diastólica y otros factores de riesgo cardiovascular, como la edad, el sexo, el índice de masa corporal, el historial familiar, el consumo de tabaco, el colesterol y los antecedentes de enfermedades crónicas.
¿Qué es la presión arterial diastólica?
La presión arterial diastólica es la medida de la presión ejercida por la sangre en las arterias mientras el corazón se encuentra en reposo o en la fase de relajación, es decir, cuando el corazón está llenándose de sangre antes de una nueva contracción.
Esta presión es importante ya que permite que los órganos y tejidos del cuerpo reciban el flujo de sangre y oxígeno que necesitan para funcionar adecuadamente. Un valor de presión arterial diastólica normal oscila entre 60 y 80 mmHg.
Un aumento en la presión arterial diastólica puede ser indicativo de una enfermedad cardiovascular o de otras afecciones médicas, como la hipertensión arterial. Por lo tanto, es importante monitorear regularmente la presión arterial diastólica para detectar cualquier cambio en la salud cardiovascular y tomar medidas preventivas.
Presión arterial sistólica y diastólica
La presión arterial se expresa en dos cifras, la presión sistólica y la presión diastólica. La presión arterial sistólica (PAS) es la máxima presión que se alcanza en las arterias durante la contracción del corazón (sístole), mientras que la presión arterial diastólica (PAD) es la presión mínima que se registra en las arterias durante la fase de relajación del corazón (diástole).
La presión arterial normal es inferior a 120/80 mmHg (milímetros de mercurio), es decir, una presión sistólica inferior a 120 mmHg y una presión diastólica inferior a 80 mmHg. Una presión arterial elevada se considera una presión sistólica superior a 130 mmHg o una presión diastólica superior a 80 mmHg.
¿Qué es la hipertensión arterial?
La hipertensión arterial es una condición en la que la presión arterial está constantemente elevada, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular y enfermedad renal crónica.
La hipotensión arterial, por otro lado, se refiere a una presión arterial anormalmente baja, que puede causar mareos, debilidad, fatiga y desmayos.
Es importante medir regularmente la presión arterial, especialmente si se tienen antecedentes familiares de hipertensión o se tienen otros factores de riesgo cardiovascular, como tabaquismo, sobrepeso u obesidad, sedentarismo, colesterol alto y diabetes.
En conclusión, la presión arterial sistólica y diastólica son dos valores importantes que reflejan la salud cardiovascular de una persona. Medir regularmente la presión arterial y mantenerla dentro de los límites normales puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares y mejorar la calidad de vida.